Intrusismo es un concepto que se aplica a aquellos profesionales que trabajan en un sector determinado sin tener la formación ni titulaciones necesarias para ello.
El fitness o «entrenamiento para la salud y la estética» es un sector en auge y cada vez hay más personas que lo practican, pero también es un sector donde hay mucho desconocimiento y está lleno de mitos y falsas creencias. Es justo ahí donde muchos ven oportunidad de negocio.
Por otro lado, su regulación es muy pobre y hay bastantes vacíos legales, aunque el colectivo de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y el colegio que nos representa (COLEF), estamos remando duro para que la legislación vele por los intereses de los profesionales y sobretodo, por los intereses y la salud de los consumidores finales.
En el Entrenamiento Personal muchas veces parece que si alguien lleva mucho tiempo yendo a un gimnasio y está muy musculado, ya tiene la credibilidad suficiente y se puede permitir la licencia de entrenar y asesorar a cualquier persona. Incluso el mejor futbolista de la historia si quisiera ser entrenador tendría que sacarse el título específico de su deporte, ¿verdad?, ¿por qué no le íbamos a pedir esto mismo a un Entrenador Personal, que encima está influyendo directamente sobre nuestra salud?
Desgraciadamente hay muchos casos de personas que por entrenar con un «mal llamado» Entrenador Personal sin formación han tenido problemas cardiovasculares o han sufrido lesiones provocadas por una mala planificación del entrenamiento o realizar ejercicios de forma incorrecta.
Pues lo que parece ser algo muy lógico a menudo no se cumple en la realidad. Desgraciadamente el sector del fitness y el Entrenamiento Personal está poco controlado y el intrusismo está a la orden del día. En muchos gimnasios u otras partes vemos personas sin ninguna formación oficial ganando dinero por entrenar a personas bastante «desinformadas».
«Ver ventajas de contratar a un auténtico Entrenador Personal»
No estoy diciendo que todos los que no han estudiado la carrera universitaria no sean buenos (conozco a algunas personas que son más competentes que otros que se han licenciado), pero los casos son muy puntuales. Solamente digo que habría que concienciarse y denunciar a las personas que ejerzan una profesión para la que no están formados, simplemente para garantizar la seguridad de los consumidores, ya que si no es por la formación, una persona que quiere contratar un profesional ¿de qué otra forma podría elegir y asegurarse de que está tomando una buena decisión?
Y también porqué a veces negligencias o malas praxis de «intrusos» acarrean problemas de salud graves a personas que han sido clientes suyos, y en seguida son noticia y manchan la reputación de todos los demás profesionales del sector.
No debemos olvidar que un Entrenador Personal es un profesional de la Salud, y que por ello es de máxima importancia que su formación esté acorde con su responsabilidad.
Con este artículo simplemente quería concienciar de la importancia que tiene elegir bien al profesional con el que queremos trabajar, ya sea como entrenador o en cualquier otro tipo de trabajo. Muchas veces solo nos guiamos por el precio y la comodidad, pero, como dice el tópico, a veces lo barato puede salir caro, y cuando se habla de salud aún con más razón.
Y ¿qué deberíamos hacer para acabar con el intrusismo laboral? Pues informarnos siempre de la formación de los profesionales y contratando solo a los que cumplan con los requisitos necesarios.