Las personas y clientes que han trabajado conmigo alguna vez saben que el TRX es un fijo en mis sesiones de Entrenamiento Personal. Es una herramienta con la que me encuentro muy cómodo. Además, me permite llevarla conmigo a todas partes y ofrece unas magníficas prestaciones.
Pero como casi todo en esta vida, si algo es bueno o malo no lo marcará el propio producto, sino el uso que se le dé. Por eso me gustaría recalcar que solamente deberían utilizar el TRX personas con cierta experiencia en el entrenamiento y buena conciencia corporal. O también, personas que tengan un profesional supervisándolas, a poder ser de forma individual.
El peligro principal de utilizar esta herramienta recae en que permite total libertad de movimiento. Por tanto, podemos realizar movimientos lesivos sin darnos cuenta y a la larga acabar con problemas articulares, tendinitis, dolores de espalda, etc.
Pero si se toman las medidas necesarias para trabajar con el TRX de forma segura, es una herramienta que nos va a ofrecer muchas ventajas.
Ventajas del entrenamiento con TRX
- Apto para todos los públicos: La intensidad del entrenamiento es fácilmente regulable, solamente con variar el ángulo de inclinación se puede cambiar la dureza del ejercicio. Cuanta más inclinación más peso mueves.
- Trabajo funcional: Se basa en ejercicios poliarticulares donde implicamos varios grupos musculares en cada movimiento, como en la vida real. Eso mejorará nuestra fuerza, coordinación, estabilidad y flexibilidad, y por tanto nuestra calidad de vida.
- Gran variedad de ejercicios, tantos como imaginación se tenga: Siempre que se respeten y se tengan claros los principios biomecánicos para no hacerse daño, se pueden realizar infinidad de ejercicios y variantes, incluso utilizarlo junto con otros materiales como gomas, fitball, bosu, etc.
- Trabajo global: Con solo esta herramienta puedes trabajar todos los grupos musculares de tu cuerpo, tanto piernas como espalda, brazos, pectoral, abdominales, etc.
- Trabajo de estabilizadores: Al estar suspendidos, el TRX nos obliga a tener activada toda la musculatura del CORE para realizar los ejercicios de forma correcta. Eso reforzará la musculatura de la faja abdominal y estabilizadores de cadera, que contribuyen a un mejor higiene postural y salud lumbar.
- Aumenta el gasto calórico: A diferencia de muchas máquinas de gimnasio, al estar trabajando con una herramienta que nos produce inestabilidad, nos obligará a activar una mayor cantidad de músculos de nuestro cuerpo en cada ejercicio para mantener el equilibrio y un buen higiene postural, y por tanto subiremos más de pulsaciones y «quemaremos» más calorías.
- Lo puedes llevar contigo a todas partes: El TRX fue inventado precisamente para esto, para poder trabajar la fuerza y la resistencia muscular en cualquier parte. Sus inventores fueron los SEAL de Estados Unidos, que ante la necesidad de entrenar cuando su labor implicaba no tener el espacio ni el equipamiento necesarios para ello, crearon el primer modelo a partir de un cinturón de paracaídas cosido a mano con herramientas para la reparación de botes de goma.
Conclusión
Aunque el TRX sea una herramienta fantástica para entrenar y mantenerse en forma, no es imprescindible. Uno mismo puede entrenar con cualquier otro material o, mejor aún, sin él. Entrenar con el propio peso corporal SIEMPRE es la mejor opción y la más saludable para mejorar la fuerza y la calidad de vida en general.
Cuanto más menees tu cuerpo, ¡mejor!