M9: Practicaré el Agradecimiento y el Enfoque Positivo

¿Crees que practicar el agradecimiento es importante o está sobrevalorado?


Bueno, mi opinión es evidente, ¿no?

Si no lo valorara no le hubiera dedicado uno de los diez mandamientos.


Éste es el post más indomable de todos.

Imagínate lo que voy a disfrutarlo…

Vamos allá.


M9: Practicaré el Agradecimiento y el Enfoque Positivo.


¿Qué es el Agradecimiento?

Para mi ser agradecido no es solamente «dar las gracias» cuando alguien nos hace un favor o nos obsequia con algo.

Eso es importante.

Pero para mi, eso es lo menos importante de lo importante.

Lo más importante no es ser agradecido, sino sentirse agradecido.



Ahora quizá te preguntes:

¿Y qué diferencia hay?

Pues una diferencia que lo cambia todo.

El nivel de conciencia.


Seguro que muchas veces has dado las gracias por inercia, de forma automática.

Desde pequeños nos han educado así.

Cuando alguien me regalaba algo mi madre siempre me decía:

– Eloi, ¿qué hay que decir ahora?

Y yo me acordaba y decía:

– ¡Muchas gracias!


Y eso es fantástico.

A base de repetición acabamos adquiriendo el hábito de ser agradecidos.


Pero hay una cosa no tan buena.

Un hábito, por definición, es un patrón conductual automatizado, un comportamiento «por defecto».

Eso significa que lo hacemos sin necesidad de tomar la decisión consciente de hacerlo.


Tener el hábito de entrenar regularmente o comer alimentos saludables es genial.

Pero el hábito de dar las gracias inconscientemente hace que no nos sintamos agradecidos.

Y justamente esto es lo más valioso.



Dar las gracias es valioso.

Pero sentirse agradecido mucho más.



¿Por qué es tan interesante sentirnos agradecidos?


Puedes buscar «Beneficios del Agradecimiento» en Google y vas a encontrar un montón.

Que si te hace más feliz, favorece las relaciones humanas, reduce el estrés, desarrolla una actitud positiva, etc, etc, etc.

Todo el mundo habla sobre ello.

Sé que no estoy «descubriendo América» con esto.

Es de los temas que conozco en los que hay más consenso científico y popular…

Nadie lo discute.

Increíble, pero cierto.


Pero yo quiero ir un poco más allá.

Para mi lo mejor de sentirse agradecido no son estos beneficios físicos y emocionales.

¡Que me encantan!

Los adoro.

Son la leche.

Mejor aún…

¡Son la leche fermentada!

(Mucho más valiosa nutricionalmente hablando…) jeje!


Pero para mi lo más valioso de sentirse agradecido es el valor consciente que le damos a lo que estamos agradeciendo.

Valga la redundancia.


¿Y qué sucede cuando valoramos conscientemente algo positivo?

Que le damos más importancia.

¿Y qué pasa cuando le damos más importancia a algo positivo?

Pues que habrá más posibilidades que ese algo positivo se repita.

¿Y qué valor tiene que algo positivo se repita?

Bueno a eso ni hace falta que conteste… xD

Es como el llamado «interés compuesto» en las inversiones.

Tranqui, no te voy a pegar un rollo de economía ahora… jeje!

Solo quiero utilizar este concepto para que se me entienda mejor.

El interés compuesto consiste en la acumulación de rendimientos sobre rendimientos anteriores.

Por eso, es el mejor amigo del inversor y permite acumular riqueza a largo plazo.

Es generar intereses sobre intereses.


Y esto hablando de salud física y emocional es mucho más valioso aún.

Si generamos algo positivo, y luego algo positivo sobre ese algo anterior positivo, y así sucesivamente ¿no crees que es la hostia?


Por eso en el Gimnasio Indomable, por ejemplo, practicamos el Agradecimiento después de cada entrenamiento.

De hecho tenemos una «salita» específicamente destinada a ello.

No para simplemente dar las gracias…

Sino para sentirnos agradecidos.

Porque entrenar está muy bien…

Pero hay una cosa mejor que entrenar:

Volver a entrenar.

Y si nos sentimos agradecidos por ello, hay muchas más posibilidades de que se repita.


Pues imagina este efecto con todo aquello que te aporta valor.

¿Pero con quién hay que ser agradecidos?

Punto muy importante también.


Primero con nosotros mismos. Y luego con todo lo demás.

En el mandamiento anterior hablamos de reflexionar y ser consecuentes.

Ser consecuentes tanto para lo bueno como para lo malo.

Si algo genera resultados negativos hay que ser responsables y asumir las consecuencias, evitando las quejas y las excusas.

Pero si algo genera efectos positivos, también hay que ser consecuentes y asumir la responsabilidad.

Y como los principales responsables somos nosotros mismos, es muy importante que nos sintamos agradecidos con nosotros mismos.

Siguiendo con el ejemplo del Gimnasio Indomable.

Al terminar cada sesión muchos me dan las gracias por el entrenamiento, cosa que yo como entrenador agradezco un montón.

Pero siempre digo que lo primero es que cada uno se lo agradezca a sí mismo.

Porque el entrenador puede plantear buenos ejercicios e intentar transmitir la máxima energía y buen rollo posible durante la sesión.

Pero la responsabilidad de organizarse y coger el cuerpo junto con la pereza y llevarlos a entrenar es de cada uno.

El mérito de entrenar es tuyo.

Así que primero, tenemos que ser consecuentes y sentirnos agradecidos con nosotros mismos.

No solo con el entrenamiento.

Sino con todo.


Así, además de mejorar la autoestima, y confianza en uno mismo, será mucho más probable que lo volvamos a hacer.


El mismísimo Einstein definió el «interés compuesto» como la Fuerza más poderosa del Universo.

Y creo que ese señor entendía de tipos e intensidades de «Fuerza».


Pues que la Fuerza del Agradecimiento (o de sentirnos agradecidos) nos acompañe.

El Enfoque Positivo

El Agradecimiento es fantástico para valorar y crear más circunstancias positivas.

Se trata de centrarnos en aquello que depende de nosotros e intentar que se repita para obtener iguales o mejores resultados.

Pero como sabemos, buena parte de los resultados no depende de nosotros.

Es inútil pre-ocuparnos de lo que escapa a nuestro control.

Bueno sí que es útil para algo: para generar más estrés y ansiedad.

Pero creo que eso es algo no conveniente…


Aquí es donde entra en escena el Enfoque Positivo.

¿Qué es el Enfoque Positivo?

Te diré lo que NO es.

El Enfoque Positivo NO es psicología positiva barata.

Aquella corriente que predica que cuando tengamos pensamientos negativos nos repitamos frases como:
– Todo me va a salir bien.
– Confía, ya verás como todo se arregla.
– Me lo merezco, etc…

Todo esto a parte de fomentar la pasividad y la no-acción, significa luchar contra nuestros pensamientos.

Peor aún.

Significa negar nuestros pensamientos. Evitar enfrentarnos a ellos.

Y esto puede que funcione a corto plazo.

Pero luchar y negar nuestra naturaleza de pensamiento a largo plazo es una batalla perdida.


Entonces, ¿qué podemos hacer?

Primero deja que te explique algo que es muy importante que entiendas.

La relación entre:
Pensamientos-Emociones-Acciones-Resultados

Cuando tenemos un Pensamiento, éste genera en nosotros una Emoción.

Los seres humanos somos seres emocionales, por lo que la mayoría de nuestras Acciones vienen motivadas por nuestras Emociones.

Y es obvio que las Acciones que realizamos generan unos determinados Resultados.

Por lo tanto, esta relación concluye en que nuestros Resultados dependen de nuestros Pensamientos.



¡Oh no! Pero si no podemos controlar nuestros pensamientos, ¿qué podemos hacer?

Ahí va La Clave de la Vida:

La Atención.

No podemos controlar nuestros Pensamientos.

Pero SÍ podemos controlar nuestra Atención.



(Te recomiendo «El libro que tu cerebro no quiere leer», un libro para mí valiosísimo donde el autor expone con mucho rigor lo que he intentado explicarte aquí).

Estrategia práctica

Ante cualquier Pensamiento hay que preguntarse:

¿Si me dejo llevar por este pensamiento será bueno para mis intereses?

Si la respuesta es afirmativa, adelante, prestémosle Atención.

Si la respuesta es negativa, cambiemos el Foco de Atención hacia otro Pensamiento.


Lo sé, esto es muy fácil decirlo, pero no tan fácil hacerlo…


Por eso te dije que era tan importante el séptimo mandamiento: Valoraré y protegeré mi TEA (Tiempo-Energía-Atención).

Nuestro activo más preciado.

Ese activo que si no lo invertimos bien, acabamos inmersos en la «carrera de la rata», dando vueltas en la rueda viviendo por inercia, estresados y sin saber a dónde vamos.

Eso hace que perdamos el control sobre nuestro TEA, lo que asegura una sobresaturación de nuestra Atención.

Porque si no protegemos nuestra Atención ante los millones de estímulos que recibimos hoy en día, sobre todo a través de la tecnología, nuestra capacidad de Atención disminuye.


Uix… qué fino me ha quedado esto.

Perdona, voy a ver si lo arreglo…


No.

No es que disminuya…

Es que nuestra Capacidad de Atención queda destrozada/perdida/reventada/echauncristo.


Ahora mejor.

Seguimos…


Y si tenemos nuestra Atención sobresaturada, nuestras acciones, y por tanto, nuestros resultados están a merced de nuestros Pensamientos.

Sean los que sean.

De ahí la importancia de entrenar y proteger el TEA.



Esto es lo que significa Enfoque Positivo.

Poner el Foco de Atención en los Pensamientos que son Positivos para nuestros intereses.


Dicho de otra manera.

Dar importancia a lo que me suma e intentar ignorar o menospreciar lo que me resta.


No es convertir gratuitamente hechos negativos en positivos.

Es analizar los hechos centrándonos en lo positivo de ese hecho.

Es ser prácticos y quedarnos con la parte que nos interesa.



Ejemplo 1:

Es como comer pescado.
 
Si nos centramos en las espinas odiaremos el pescado.
 
Las espinas nos pueden dañar y eso no nos beneficia (excepto la de las sardinas y otros pescados más peques que se pueden tragar sin dañarnos, puro calcio).
 
No me lío… xD
 
Pero si en vez de poner el Foco de Atención en las espinas y el daño que nos pueden hacer, lo ponemos en la textura, sabor y propiedades nutricionales nos veremos claramente beneficiados.



Ejemplo 2:

Los que me conocen saben que viví durante 3 años en un ático en el centro histórico de Tarragona.
 
Un ático con unas terrazas que me enamoraron desde el primer día.
 
El amor fue de tal calibre que al principio decidí mudarme a ese piso solo por 6 meses (porque el anterior inquilino iba a estar durante ese tiempo fuera y yo quería aprovecharlo hasta que volviera).
 
El tema es que cuando tenía visitas de amigos y les contaba la situación la mayoría me decían:
 
Qué putada si tienes que dejarlo en unos meses, ¿no?
 
Ellos se centraban en lo malo; en la pérdida…
 
Y yo al principio asentía tímidamente con la cabeza reconociendo «la putada».
 
Hasta que un día reflexionando entré en razón y me pregunté:
 
– Galo, ¿qué prefieres, tener la oportunidad de haber vivido 6 meses en este ático o no haberlo hecho nunca?
 

La respuesta era clara.
 
De esta manera dejé de pre-ocuparme por el futuro y pasé a sentirme agradecido y disfrutar (aún más) de cada uno de los días que hacía ejercicio o desayunaba en esa terraza.
 
Al final el anterior inquilino no volvió, pero eso no dependía de mi.
 
Lo que dependía de mi era poner el Foco de Atención en la oportunidad y sentirme agradecido por ello.
 
Con eso yo ya había ganado…
 
Pasara lo que pasara.
 
Y lo que pasó es que pasé hasta el confinamiento por el coronavirus en ese ático.
 
Y menudo ático para estar confinado…
 
Me siento muy agradecido por ello.



Al final decidí dejarlo.
 
El cuerpo me pedía un cambio.
 
Quizá en otra ocasión también «me líe» a contarte el motivo de ese cambio relacionándolo con algún tema de interés.




Pero todo esto te lo he contado para tomar conciencia de la importancia que tiene dónde ponemos el Foco de Atención y la historia que nos contamos a nosotros mismos.


Y por último…



¿Qué tiene que ver todo esto con «perder grasa y que no vuelva»?

Es normal que a veces pienses que me voy por las ramas y que acabo hablando de temas que no tienen nada que ver con el tema principal que nos ocupa…

Pero no.

Reconozco que hablando en directo muchas veces sí que me voy por las ramas, jeje!

Pero escribiendo no.

Escribiendo reflexiono, releo y repaso, por lo que intento que todo tenga sentido y sea coherente.

Ya te lo he dicho varias veces.

Me encanta la escritura para ordenar la mente.

Y por eso te lo recomiendo cada vez que tengo la oportunidad.


Pues eso…

Dicho rápido.

Si somos y nos sentimos agradecidos con lo bueno que hacemos, lo valoraremos más, por lo que tendremos más posibilidades de volver a realizar esas acciones que nos permiten llevar un estilo de vida saludable, o de evitar las tentaciones que nos lo impiden.

Y el Enfoque Positivo(al que también podríamos llamar Enfoque Práctico o Lógico) nos permite centrarnos en aquellos pensamientos y emociones que nos llevan a realizar acciones que tienen como resultado la pérdida de grasa, en este caso, y también de evitar las que nos lo impiden.

La felicidad se basa en nuestra visión sobre la vida, y la práctica del Agradecimiento nos permite entrenar hacia una visión positiva.



No podemos controlar los hechos, pero sí que podemos controlar nuestra valoración sobre ellos.


No digo que sea fácil.

Lo que sí te digo es que es entrenable.

Controlar el enfoque, o lo que es lo mismo, nuestros hábitos mentales, cuesta; pero al mismo tiempo, si lo conseguimos nos hará imparables.

(En el «PD» del final te cuento un Juego para entrenarlo).



¿Qué te ha parecido todo esto?


¿Sueles sentirte agradecid@ contigo mism@?
 
¿Y con la vida?
 
¿Te sientes responsable de los resultados que obtienes o piensas que no dependen de ti?
 
¿Cómo te llevas con tus Pensamientos? ¿Los evitas o los observas?
 
¿Has reflexionado sobre el grado de saturación de tu Atención?
 
¿Te has planteado hacer algo para protegerla?


Salud y Buenos Pensamientos,
Coach «El Defensor de la Atención» Galo.

– – – – – –

PD: Viendo lo negativa que es la mayoría de gente hoy en día, y siendo consciente de lo valiosas que son las dos herramientas de las que hemos hablado en este correo, un día se me ocurrió un Juego para entrenarlas.

¿Te acuerdas del «Un, dos, tres, responda otra vez»?

Era un concurso que salía por televisión hace ya bastantes años y que consistía en que cada participante, en su turno, tenía que decir algo relacionado con el tema que tocaba en cada momento.

El participante que se quedaba sin decir nada perdía.

Bueno más o menos era así… jeje!

El caso es que se me ocurrió aprovechar más o menos el mismo formato para practicar y entrenar el enfoque positivo.

¿Cómo?
Pues eligiendo circunstancias negativas o poco deseables y jugando a encontrar ventajas, oportunidades o aspectos positivos a dichas circunstancias.

Por ejemplo: Romperse una pierna.

A partir de esta circunstancia, cada participante tiene que decir algo positivo.

El primero que se quede sin hablar, pierde.

Ahora me dirás… Ostras Galo, ¿cómo voy a sacar cosas positivas de eso?

Pues te aseguro que con un poco de esfuerzo y práctica nuestra mente será capaz de poner el foco en las oportunidades.

A mi ahora, por ejemplo, se me ocurren varias:
Romperse una pierna puede servir para practicar la paciencia, para conocerme mejor, para tener más tiempo para leer, para investigar sobre la anatomía de la pierna y aprender a recuperarla mejor de lo que era antes, para ganar experiencia y luego poder ayudar a personas que pasen por la misma situación en el futuro, etc, etc, etc…

No quiero alargarme.

Unas son mejores que otras, pero todas suman.

A este Juego lo llamo el «Juego Indomable».


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